martes, 18 de octubre de 2011

A UNA CAMELIA ENVIDIOSA


Miraba arrogante,
henchida de envidia,
la blanca camelia a una dalia oscura.

Cubría de joyas,
de suntuosos oros y gemas pulidas,
la gualda ictericia engendrada en celos.

Nívea camelia de alhajas ornada,
se tornen envidias por otros afectos,
que la envidia feroz
—y los celos crueles—
solo te traerán mayores tormentos.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "Bouquet", Jan Brueghel el viejo (1568-1625)

Safe Creative #1110170320385