martes, 1 de mayo de 2012

ARIADNA A DIONISO


Eres pámpano jugoso y fresco,
rozagante de racimos.
Mis llagas cicatrizas
con tu savia,
y el penetrante azul del cielo
me redime con la perspectiva
de un nuevo horizonte.

Atrás quedan los amores 
vencidos por las sábanas, los destierros,
las islas deshabitadas y el sabor salado 
de las lágrimas.

Atrás quedan recuerdos
para servir de alimento a la hoguera;
aquí y ahora: tú,
con tu aliento de uva madura
endulzándome la garganta,
y yo, con la cintura ceñida de esperanzas.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Baco y Ariadna” (1523), Tiziano Vecellio, National Gallery, Londres
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